Tú, mi buena amiga quiero decirte cuán importante eres para mí, no importa si el tiempo o personas rompieron esta gran amistad, porque siempre serás mi buena amiga.
Aún recuerdo esos días en que todo era perfecto solo por el hecho de que estuvieras ahí, en que no importaba el mal humor o la tristeza si tú estabas ahí, todas las penas se iban.
Recuerdo el viento soplando por nuestras caras y tú sonrojándote, riéndote de cualquier cosa, incluso de ti misma.
Recuerdo esas llamadas de "urgencia" a las 12 de la madrugada, que a ti te causaron muchos problemas, pero ellos no importaban porque tú me necesitabas y yo estaba ahí para ti.
Recuerdo largas pláticas y emocionantes aventuras, locuras y rebeldías; también los inmensos sermones que te di regañándote, pues en verdad me importabas y lo sabías tan bien que cuando decidía no dártelos tú los pedías a gritos.
Recuerdo como si fuera ayer el día en que me dijiste por primera vez: "Te quiero mucho, gracias por ser mi amigo."
Pero ahora ya nada es igual, llegó esa persona que decidió romper nuestra amistad, calumnió, nunca te dije nada pues aunque siempre creí que tenía mi derecho de decir la verdad pensé que lo mejor era dejar eso a un lado y si en verdad eras mi amiga vendrías a preguntar por la verdad.
Por lo pronto no has llegado, pues poco tiempo ha pasado. Espero que pronto ese día llegue y volvamos a ser amigos porque no sabes cuánto te extraño.
¡Dedicado a ti mi buena amiga, que por malos entendidos decidiste perderme o más bien olvidarme!
No hay comentarios:
Publicar un comentario